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Koné aniquila al Recreativo de su amigo Sotres

Cuatro partidos, cuatro derrotas. Cinco encuentros, un punto. Ése era el balance del Racing antes de que Koné volviera a El Sardinero. Desde el momento en el que la sonrisa del marfileño volvió a desfilar por su templo, las cosas iban a mejorar y mucho. Después de haber jugado tres años en el primer equipo, en tres categorías diferentes (1ª, 2ª, 2ªB). Retornaba a la Liga Adelante, jugando como local, con la exhibición en Leganés de precedente.

Sólo necesitó cincuenta segundos para levantar a los aficionados verdiblancos de sus asientos. Koné conducía el balón por la línea de tres cuartos, quiso pasársela a Iñaki, un defensa la cortó y ahí estaba Mamadou, preparando su zurda. Su disparo fue cruzado, lijado al poste izquierdo de su amigo Sotres. Su chut tuvo la potencia necesaria y una óptima precisión.

Un gol muy necesario. Las cosas se iban a ver de otra manera. El Racing, al ir por delante, fusionó las dos líneas de cuatro. Javi Soria y Fede serían unos centrales al uso, pero en una zona más avanzada. Me explico, al defender tan atrás, ellos eran la primera línea de stop. Estarían incrustados entre los pivotes onubenses, el mediapunta y tras los gladiadores racinguistas, el punta andaluz, el cual tendría que lidiar con Orfila y Juanpe. Por fin, juntos. Casi nada, aquel último sábado de septiembre pintaba bien.

Pese a la gran organización del Racing, el Recre iba a tener las suyas. La primera, de suerte. Una serie de rechaces no terminó en gol de milagro. Lo siguiente sería un zapatazo desde treinta metros, los andaluces no trenzaban jugadas en zonas peligrosas y optaban por probar suerte desde lejos. Mario regañaba a su defensa, no quería ver ese balón por ahí.

GOL DE MAMADOU KONÉ, EN LEGANÉS. Foto: Arturo Herrera.

GOL DE MAMADOU KONÉ, EN LEGANÉS. Foto: Arturo Herrera.

Koné seguía a lo suyo, esperaba los balones de sus compañeros. Y por fin, le llegó uno. El delantero africano taconea en la zona medular para Concha, el cantero arranca y localiza a Iñaki. Transición rapidísima. El riojano era una bala, controla en carrera y se va de dos contrarios con un solo movimiento, la croqueta. Se adentra en el área y el segundo defensor intenta desequilibrarle. Pero, amigo, ya era tarde. Iñaki había cruzado el esférico perfectamente, el Racing metía el segundo y la zurda dorada se estrenaba en Segunda División. Contraataque de libro, ejecución fugaz y eficaz. La última del primer tiempo la tendría Pedro Ríos. Una vez más, desde lejos y con el mismo resultado.

Se llegó al descanso con el colchón verdiblanco el marcador. Tras el receso, el Racing seguiría atendiendo al guión, no se salía ni un ápice. La forma de crear peligro del Recre era clara, constaba de un pelotazo y un remate. Mario aparecería en escena, el delantero onubense engancha un fantástico remate, similar al mítico de Van Basten. El capitán racinguista tuvo que catapultarse para mandar ese balón a córner. Un día más, una gran acción. Gracias, Mario.

El Racing seguía con su orden y el Recre con su asedio. Potente disparo de Joselu, parada increíble de Mario. Y en la siguiente acción, transición con mucha velocidad del Racing. Roba Soria en campo propio, se asocia con Miguélez, balón con el exterior de Magic y carrera de Koné. El titán verdiblanco llega a la zona peligrosa. Se empieza a perfilar y, en un visto y no visto, elabora un disparo fabricado en los entrenamientos. El esférico se estrella en el poste, pero Koné quería más. Miguélez recogió el rechace y se la da Concha. Nueva internada del de Bezana y por escasos milímetros no halla a Koné.

Nueva demostración de la protección que ejerce Mario sobre su arco, jugada en la que Vega pincha un balón en el área, Francis está a punto de meterlo en la cazuela y el arquero verdiblanco lo evita. Lo grandioso del fútbol llegaría ahora. La gema de la estrategia o la estratagema, llámenlo como quieran. Falta a favor del Racing, a unos treinta metros de la portería de Sotres. Iñaki y Miguélez estaban preparados para botarla. El riojano sale disparado sin tocar el esférico, el asturiano acaricia el balón y se la da, superando a toda la barrera. Iñaki estaba en el aire, en pleno movimiento se gira y taconea con mucha precisión. Koné dispara al primer toque y el balón a la red. Tercer partido en casa, tres goles y primeros tres puntos en El Sardinero, el futuro fortín. La primera victoria estaba amarrada. Paco daría entrada a Granero, Mariano y Álvaro. Los sustituidos fueron Javi Soria, Miguélez e Iñaki. Alegría incalculable en la grada, en los jugadores y en Paco. Aunque algunos le acusen de transmitir pocas sensaciones, esbozaba una sonrisa. El técnico asturiano es sabedor de que queda mucho por hacer.



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